(502) 2257-6048, +(502) 2232-9825 memorialparalaconcordia@gmail.com

La memoria de Pamela Yates de María Magdalena Pascual Hernández (Inés)

1 de marzo de 2012. La oscuridad del teatro Nacional de Guatemala está completamente llena de gente mirando atentamente el estreno de GRANITO DE ARENA. Hacia el final de la película, Inés, de 16 años de edad, guerrillera, revela el concepto detrás del nombre de la película. Ella dice, “Estamos haciendo un gran esfuerzo, aportando cada uno nuestro granito de arena, nuestro granito, para que nuestro país puede ser libre.” En la audiencia de esa noche era el hermano de Inés, Valeriano, que no había visto a su hermana mayor en 30 años y no sabía que estas imágenes de ella existían.

1 de mayo de 1982. Caminamos toda la noche para reunirse y grabar con los combatientes de la resistencia del Ejército Guerrillero de los Pobres. Fue en un claro del bosque en las tierras altas del Quiché, en el Frente Augusto César Sandino, o FACS, que conocí a Inés. Ella fue una de las pocas mujeres combatientes y dueño de sí mismo, un líder, incluso en ese entonces, aunque ella tenía sólo 16 años. Sus compañeros y compañeras escucharon con atención cuando hablaba. Era K’iche Maya y, aunque el español era su segunda lengua, habló apasionadamente sobre el rol de las mujeres indígenas en la lucha armada. Me notaba que era una combatiente bien capacitada.

8 de marzo de 2012. Una semana después del estreno en la ciudad de Guatemala en el año 2012, el hermano de Inés, Valeriano, me encontró en Facebook. Me dijo que su hermana Inés, cuyo nombre real era María Magdalena Pascual Hernández, de Zacualpa, murió en combate unos meses después de que la filmé para Cuando Las Montañas Tiemblan. Valeriano me dijo que 2 hermanos también perdieron la vida luchando contra las incursiones del Ejército en el altiplano, uno en 1983 y el otro en 1989. Luego una carta apareció en mis archivos – La historia de Inés, hablada y transcrita, que me envió cuidadosamente escrita a máquina en papel de piel de cebolla y enviada por correo aéreo en 1982 a mi estudio en Nueva York. La marca llevaba una imagen del Popol Vuh.

 

Inés me dio un gran regalo – el concepto del granito – cómo cada uno de nosotros tenemos un pequeño grano de arena para contribuir a cambios positivos – y lo he llevado conmigo durante toda mi vida de filmación de películas documentales, siempre tratando de ponerlo en uso. Y recordando siempre Inés.

 

Una carta a Pamela Yates y Tom Sigel sobre la vida de María Magdalena Pascal Hernández:

La Participación de La Mujer Indígena: Relato de Inés.